Με την κρίση να κορυφώνεται
στην Ελλάδα , όπως και τις συζητήσεις γύρω από αυτή, ο Αλέξης Μπένος αναλύει τι έχει συμβεί όλα αυτά τα χρόνια στην Αργεντινή. Όχι μόνο τι μέτρα ελήφθησαν
και τι μέτρα δεν ελήφθησαν, αλλά και τι έγινε στην κοινωνία και πως αυτή αντέδρασε. Από το αίσθημα μιζέριας
μέχρι τη «λεηλασία».
Το κείμενο που ακολουθεί στην Ισπανική το αναρτούμε αυτούσιο, όπως ακριβώς μας εστάλη :
"Los saqueos que se extendieron de Bariloche a Gobernador Gálvez en Santa Fe , a Campana y
después al gran Buenos Aires no son el
resultado de una conspiración política contra el gobierno, como inventa el
kirchnerismo.
Lo que empuja a la gente a saquear es el hambre, el desempleo y la
miseria que crecen con el ajuste kirchnerista y la bronca porque se vienen las
fiestas, con toda la propaganda consumista y no hay nada para poner en la mesa,
no es ni el deseo de cambiar el televisor, ni consignas políticas o de
sindicatos opositores.
Es el resultado de un saqueo mucho mayor que sufre el país de nuestras
riquezas naturales –empezando por el petróleo, el gas y siguiendo por los
productos del campo-, de nuestra industria, nuestras finanzas y nuestro
comercio exterior, hoy totalmente controlados por las multinacionales y los
banqueros que se llevan sus inmensas ganancias al exterior. A lo que suman los
12.000 millones de dólares que el gobierno de Cristina pagó a los fondos
buitres y los banqueros en 2012 por la fraudulenta deuda externa y los 50.000
millones que había pagado en años anteriores.
Por eso los precios de la comida y todos los artículos de primera
necesidad se van por las nubes. Las multinacionales que con el aplauso de
Cristina se han adueñado hasta de los fideos, no se hable ya de la carne, le
dicen al pueblo argentino: paguen los precios de exportación o muéranse de
hambre.
No faltarán entre los que fueron a buscar comida los “vivos” que no necesitan
y que aprovechan para robar sin necesidad. Pero no es eso lo que está
sucediendo, como intentan presentar algunos
medios de comunicación plantean los sectores de derecha reaccionarios. Lo
fundamental es que empiezan a sentirse con fuerza el hambre, la miseria y las
necesidades básicas insatisfechas.
El viceministro de “Inseguridad”, Berni, -el “Rambo” de Cristina- y
después el jefe de gabinete, Juan Manuel Abal Medina, tratan de convencer al
pueblo de que esto es una conspiración para terminar con la paz social y
“ensangrentar las fiestas” organizada por Moyano, Barrionuevo y Micheli, los
líderes de la CGT y la CTA que han encabezado el paro del 20 de noviembre y la
concentración de Plaza de Mayo del 19 de diciembre.
Esas declaraciones son solo el intento de desviar la atención de la
inflación desatada, el tarifazo que acaba de aumentar un 45% el boleto de
colectivo y de tren en Capital y Gran Buenos Aires, el impuesto a los sueldos,
las jubilaciones de miseria y tantas desgracias más impuestas a los trabajadores
y el pueblo por el ajuste kirchnerista al servicio de los patrones y los
banqueros.
Pocos le creen al policía-matón y el jefe de gabinete. Pero sus
declaraciones son peligrosas igual. Porque indican que la política del gobierno
se orienta a declarar desestabilizadores y conspiradores a los trabajadores que
se atrevan a defender su salario y sus conquistas atacadas por los patrones y
el gobierno. Lo que es peor, estas palabras ya han ido acompañadas de durísimas
medidas de represión contra los que van en busca de comida, con decenas presos
en los distintos lugares donde hubo saqueos e informes, todavía no confirmados,
de dos muertos en Gobernador Gálvez. Detrás de las palabras provocadoras del
gobierno está el puño de la represión.
Por un plan de lucha inmediato de la CGT y la CTA
Hugo Moyano encabezó en el día de hoy una conferencia de prensa en la
CGT, acompañado por Micheli de la CTA y la CGT azul y blanca, rechazando las
acusaciones del gobierno y diciendo que los camioneros y los trabajadores en
general somos víctimas del ajuste del gobierno, que es el que provoca la
miseria y los saqueos. Pero a la hora de los hechos, sólo dijo que respondería
a las “calumnias” de Berni y Abal Medina en las cortes.
Una vez más, a la hora de pelear, Moyano se queda corto, confía en los
jueces de la podrida justicia dominada por los patrones y el gobierno.
Los convocantes del paro del 20 de noviembre, en vez de anunciar la
continuidad de la lucha, hoy amenazan con terminar la unidad de acción y seguir
cada uno a distintas conducciones patronales, Moyano con Scioli y Lavagna,
Micheli con Hermes Binner, el “socialista” amigo de la Sociedad Rural. Ponen
sus acuerdos electorales con distintos patrones por encima de las necesidades
de los trabajadores.
El ajuste, la represión, el hambre y la miseria que nos impone el
gobierno unido a los banqueros y los patrones se tiene que responder con un
plan de lucha, organizado desde abajo con asambleas en todos los lugares de
trabajo para votar los reclamos obreros y las medidas de luchas y plenarios de
delegados con mandato en todos los gremios para centralizar la pelea, y
llamando a los vecinos de las barriadas obreras a organizarse y sumarse a la
pelea. Y debemos exigirle a Moyano y Micheli que rompan sus compromisos con los
distintos sectores patronales y se pongan al cabeza de un nuevo llamado al paro
nacional de 36 hs., como inicio del plan de lucha que necesitamos.
Ese paro debe ser por todos los reclamos inmediatos: el plus inmediato
de $4000 para todos los trabajadores, que el gobierno suspenda de inmediato el
pago de la deuda externa y destine esos fondos a un subsidio de emergencia para
todos los desocupados, que se obligue a todas las cadenas de supermercado a
entregar mercadería gratuita, controlado por los trabajadores para que no haya
“avivadas” y que la comida llegue a los que la necesitan y el inmediato
cumplimiento de las demandas del paro del 20 N y la reciente movilización del
19.
Mientras damos una respuesta de emergencia a la crisis debemos avanzar
también en el planteo de medidas de fondo imprescindibles, como el no pago de
la fraudulenta deuda externa y la reestatización de los recursos naturales y
las empresas privatizadas (terminando con los subsidios millonarios) bajo
control de los trabajadores, la reapertura inmediata de las paritarias para
lograr un salario mínimo que cubra la canasta familiar y se reajuste de acuerdo
a la inflación real, la prohibición de despidos y suspensiones y dar trabajo a
todos los desocupados. Estas son algunas de las medidas que proponemos desde el
PSTU para presentar una alternativa obrera y popular al modelo de ajuste y
entrega de los K y las variantes patronales.
Llamamos a las comisiones internas, delegados y sindicatos combativos y
antiburocráticos, a los partidos de izquierda y organizaciones sociales y
coordinar en forma unitaria para exigir e imponer un plan de lucha urgente y
estas medidas de emergencia ante la crisis."


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